miércoles, 16 de diciembre de 2015

LOS BIOFOTONES Y SU RELACIÒN CON LOS ALIMENTOS

Modernas investigaciones se están centrando en la cantidad de luz (biofotones) que incorporan los alimentos como frecuencia electromagnética.
Existen métodos analíticos que ya pueden determinar patrones lumínicos de los alimentos que indiquen su frescura, vitalidad y efectos sobre la salud.
Lo cierto es que absorbemos biofotones (partículas luminosas) a través de los alimentos que ingerimos, los biofotones transmiten a las células importante información biológica para modular procesos vitales del cuerpo.
 
Los fotones de los alimentos llegan hasta el  núcleo celular, donde se almacenan, posiblemente en la hélice del ADN.

Los análisis realizados en el Instituto de Investigaciones Biofísicas de Neuss (Alemania), revelan que las emisiones más armónicas de luz pertenecen a los alimentos frescos y ecológicos.

Como uno de los referentes de esta propuesta podemos citar las investigaciones de Daniel Lumera , doctor en Ciencias Naturales, autor de varios libros sobre los efectos terapéuticos de la luz solar y del sistema solar como modelo de evolución.
Considerar los alimentos desde el punto de vista de la luz o en función de la luminosidad de los alimentos, es un dato que ilustra su capacidad nutritiva, y constituye una visión más holística sobre la nutrición humana.
En la actualidad se dispone de la tecnología para medir precisamente la cantidad de luz almacenada por los alimentos lo cual permite adoptar una alimentación más acorde a una frecuencia vibratoria más alta.
Del estudio de las frecuencias corporales se desprende el interés de conocer las frecuencias de las sustancias que comemos, respiramos o absorbemos. Desde allí se puede saber que variedad de productos aportan biofotones que cargan de luz el cuerpo, y que otros la bloquean.
En 1992, Bruce Taino llevó a cabo en la Universidad Estatal de Cheny (Washington), el estudio de la frecuencia vibratoria media del cuerpo humano sano y determinó que durante el día ésta era de 62 a 72 MHz (megahercios).

Averiguó igualmente que

"cuando se reduce la frecuencia vibratoria de una persona, el sistema inmunológico se ve comprometido".


Si la frecuencia se reduce a

A los 58 MHz, aparecen los síntomas del resfriado o la gripe.
A los a 42 MHz sobreviene el cáncer y
A los 25 MHz se inicia la muerte.
A medida que baja el tipo de vibración, las sinapsis del cerebro se dañan.



Las conclusiones de Bruce Taino fueron contundentes, dietas hiperlipídicas y altas en hidratos de carbono matan de hambre a las células del cerebro.

Los sustitutos del azúcar tales como los edulcorantes destruyen las terminaciones nerviosas. Los alimentos procesados o en conserva y los de procedencia animal tienen una frecuencia de cero.
Los productos frescos se sitúan en los 15 MHz (megahercios),
Las hortalizas de 5 a 15 MHz 
Los frutos de árboles y arbustos entre los 20 a 27 MHz.

Entre los alimentos de mayor frecuencia luminosa, por encima de los 50 MHz, encontramos la clorofila, el cacao y chocolate sin procesar, la espirulina, el limón, las algas, aceites esenciales, etc. 

 
Cuanto más cerca de su estado natural estén las frutas, las hortalizas, más tiempo mantienen la emisión de luz. Algunos alimentos, como los tubérculos y las coles, tienen mayor capacidad para retener su luz.

Los alimentos con peor calidad lumínica son los animales muertos, transgénicos, irradiados y viejos.

Comer animales muertos, reduce grandemente nuestra vibración, la luz de nuestro cuerpo "se irá apagando" y con ello nuestra energía vital, además de quedar mucho más propensos a las enfermedades.
Actualmente, hay estudios que han demostrado que, en sólo tres segundos, tras un sorbo de café, la frecuencia de una persona se reduce en 14 MHz.

Sin ninguna intervención para reequilibrarla, la frecuencia de esa persona tardará tres días en volver a la normalidad (algunos expertos señalan que la inhalación de aceites esenciales recupera la frecuencia bioeléctrica perdida en menos de treinta segundos).

LOS PENSAMIENTOS TAMBIÉN AFECTAN LA FRECUENCIA CORPORAL

Un pensamiento negativo puede reducir la frecuencia de una persona de 10 MHz, mientras que una actitud mental positiva puede elevarlo en 10-15 MHz.
Sus investigaciones recogían el testigo de las iniciadas por el Dr. Royal Raymond Rife (1888-1971). Todo indica que la salud no depende sólo de intercambios químicos, aunque esta sea, todavía, la creencia de la medicina oficial que sólo se mide la capacidad de trabajo que obtenemos en su ingestión y no por su frecuencia electromagnética (en megahercios: MHz). La luz desempeña seguramente un papel fundamental.
Esto también demuestra que el régimen alimentario vegetariano es a la vista de la “pirámide de luz de los alimentos” el que mejor se adapta para mantener un alto grado de energía en el conjunto del cuerpo.


Cantidad de biofotones en una rebanada de carne  (izquierda)  vs. una manzana (derecha)



                                            Luminiscencia biofotónica en una hoja verde
 

La calidad de la luz almacenada en el cuerpo es una garantía de que la regeneración celular se produce correctamente, sin errores que desencadenen enfermedades.
Los alimentos no sólo tienen luz, sino que almacenan información que nos transmiten cuando los comemos. El Premio Nobel Erwin Schrödinger descubrió que la calidad de los alimentos tiene que ver con la capacidad de organizar esta información. Él lo llamaba megaentropía. Y esta capacidad de organizar y almacenar la información está directamente relacionada con la cantidad de luz que tiene un alimento.
 
Todas nuestras células se comunican a través de la luz.
En síntesis, no queda duda de la importancia de la luminosidad de los alimentos y de la luz como frecuencia vibratoria nutritiva, ya sea exponiéndonos directamente a la luz solar o absorbiendo los biofotones que contienen los alimentos, los cuales ya se clasifican en función a la cantidad de frecuencia vibratoria que proveen al cuerpo humano.
Desde una mirada más amplia esta propuesta de "nutrición cuántica" que incluye una dieta con alimentos variados e irradiados por el sol, preferentemente cruda, local, de la estación, predominantemente de cultivo orgánico, tiene un punto de encuentro con las propuestas de los movimientos ecologistas referidas a la defensa de la soberanía alimentaria, al cambio en las modalidades de producción, el cuidado de los recursos naturales, la lucha contra el cambio climático etc. .

Tener un estilo de vida vegetariano es una alternativa cada vez más popular que sin duda puede aportarnos una vida sana y promover al cambio de conciencia necesario sobre el cuidado del ambiente, sustento de la vida en todas sus dimensiones.

Fuentes:
"Terapia Biofotònica" Web de la Sociedad ecuatoriana de Medicina Biológica.disponible en: http://www.semebi.com/articulos/item/terapia-biofotonica
Fuentes complementarias:
Físico Albert Popp constata la existencia de la radiación luminosa celular", disponible en: http://elpais.com/diario/1982/11/23/sociedad/406854008_850215.HTML
Las células se comunican de forma biomagnética y/o bio-fotonica, disponible en:  http://benetcontesti.com/los-bio-fotones

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